25 de mayo _ San Gregorio VII, Papa y Confesor D. - Blanco En Salerno, el tránsito de san Gregorio VII, Papa y Confesor, acérrimo propugnador y defensor de la libertad eclesiástica. n. alrededor del año 1020 en Soana, Italia; † 1085 en Salerno, Italia. Este Papa fue poderoso en obras y en palabras. Con tanto celo trabajó en el restablecimiento de la disciplina eclesiástica, en la propagación de la fe, en la extirpación de los errores y abusos, que puede decirse que ningún Papa, desde los tiempos apostólicos, soportó más penurias y tribulaciones por el bien de la Iglesia, y combatió más valientemente por su libertad. Como muro de acero opúsose a las sacrílegas pretensiones del emperador Enrique IV. Sitió éste a Roma y forzó al Santo Pontífice a refugiarse en Montecasino primero y, después, en Salerno, donde sucumbió al exceso de sus fatigas, el 25 de mayo de 1085. Antes de expirar, pronunció las palabras del Salmista: “He amado la justicia y he odiado la iniquidad”; y agregó: “por ello muero en el exilio”. En Roma, en la vía Nomentana, el triunfo de san Urbano I, Papa y Mártir, por cuya predicación y doctrina muchos, entre ellos Tiburcio y Valeriano, recibieron la fe de Cristo, y por ella padecieron el martirio. Él también, en la persecución de Alejandro Severo, sufrido muchos trabajos por la Iglesia de Dios, finalmente cortada la cabeza, fue coronado del martirio. En Yarrow de Inglaterra, el tránsito de san Beda el Venerable, Presbítero, Confesor y Doctor de la Iglesia, en santidad y doctrina celebérrimo. Su fiesta se celebra el 27 de este mes. En Florencia, el tránsito de santa María Magdalena de Pazzis, Virgen de la Orden Carmelitana, ilustre en santidad de vida.Su fiesta se celebra el 29 de este mes. En Doróstoro de la Misia inferior, el triunfo de los santos Mártires Pasícrates, Valentión y de otros dos, juntamente coronados. En Milán, san Dionisio, Obispo, el cual, de orden de Constancio, Emperador Arriano, desterrado por la fe católica a Capadocia, entregó allí su espíritu al Señor con muerte la más parecida al martirio. Su santo cuerpo fué enviado por el Obispo Aurelio a Milán, a san Ambrosio Obispo, y se dice que a tan piadoso obsequio cooperó tambiérn san Basilio el Magno. En Florencia, la feliz muerte de san Zenobio, Obispo de la misma ciudad, ilustre por la santidad de vida y la gloria de los milagros. En Inglaterra, san Adelmo, Obispo de Sherborne. En el territorio de Troyes, San León, Confesor. En París, santa Magdalena Sofía Barat, Fundadora del Instituto de las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús; la cual trabajó ardorosamente por la Cristiana educación de las niñas, y fue puesta en el catálogo de las santas Vírgenes por el Papa Pío XI. En Véroli de los Hérnicos, la Traslación de santa María de Santiago, cuyo sagrado cuerpo resplandece con muchísimos milagros. En Asís de Umbría, la Traslación de san Francisco, Confesor, en tiempo del Papa Gregorio IX.