03-24# De la Regla de Nuestro Padre San Benito. Capítulo 44: Cómo han de satisfacer los excomulgados _ El que por grave culpa fuere excluido de la Iglesia y refectorio quédese, mientras se celebra el oficio divino, a la puerta de la iglesia postrado boca abajo, pegados los ojos al suelo, en silencio profundo, derribado a los pies de cuantos salieren del templo, y prosiga de ese modo hasta que declare el Abado haber cumplido. Cuando el Abad le mande comparece ante sí, se arrojará a sus pies y de los de toda la comunidad pidiendo a todos su intercesión. Y entonces, si el superior lo mandare, será recibido en el coro en la clase y lugar que dispusiere, con tal de que sin nueva orden expresa no cante salmo ni lección ni diga cosa en público. Postraráse en tierra delante de su silla a todas las horas, al tiempo que el oficio divino se concluya, y proseguirá así hasta que el superior le mande cesar. Los que por leves defectos fueren separados de la mesa común cumplirán sus penitencias en la iglesia y continuarán con ellas hasta que el Abad les perdone y les diga «basta».