[Rank] S. Irenæi Episcopi et Martyris;;Duplex;;3;;vide C2 [Oratio Vigilia] !En la Vigilia de los Ss. Pedro y Pablo, Apóstoles v. Concédenos, Dios Omnipotente, que nada nos perturbe, después de que nos hayas consolidado en la roca de la fe de los Apóstoles. $Per Dominum [Oratio] Oh Dios, que concediste al bienaventurado Ireneo, tu Mártir y Pontífice, la gracia de impugnar la herejía por medio de la verdadera doctrina, y de confirmar eficazmente la paz de la Iglesia: te rogamos que concedas a tu pueblo la constancia en la santa religión, otorgando tu paz a nuestros tiempos. $Per Dominum [Lectio4] Ireneo, nacido en el Asia proconsular, cerca de Esmirna, púsose desde su infancia bajo la dirección de Policarpo, discípulo de San Juan Evangelista, y obispo de Esmirna. Gracias a tan excelente maestro, sus progresos en el conocimiento y práctica de la religión cristiana fueron notables. Cuando se vio separado de Policarpo por el glorioso martirio que llevó a éste al cielo, Ireneo, aunque instruido en las Sagradas Escrituras, experimentó un ardiente deseo de estudiar las tradiciones que otros habían recibido sobre las tradiciones apostólicas, en el mismo lugar en que les habían sido confiadas como depositarios para su custodia. Halló varios discípulos de los Apóstoles; lo que supo por ellos, lo memorizó, y más adelante pudo oponer lo que había aprendido a las herejías que veía difundirse cada día más, con gran peligro de los cristianos, herejías que se propuso combatir con pruebas abundantes. Trasladado a la Galia, fue ordenado sacerdote de la Iglesia de Lyón por el obispo Potino; y con tanta asiduidad en la predicación y tanta ciencia cumplió los deberes de su ministerio, que, por testimonio de santos Mártires que combatieron animosamente por la verdadera religión durante el reinado de Marco Aurelio, mostrose el celador del testamento de Cristo. [Lectio5] Como los mismos confesores de la fe y el clero de Lyón estaban interesados por la paz de las Iglesias de Asia, perturbada por la facción de los montañistas, dirigiéronse a Ireneo, proclamándole como el hombre más capaz para hacer triunfar su causa, y le eligieron por unanimidad para que fuera a rogar al papa Eleuterio que condenara a los nuevos sectarios con la autoridad de la Sede Apostólica, quitando así la causa de las discordias. Ya el obispo Potino había muerto mártir; le sucedió Ireneo, y con tal éxito desempeñó el cargo con su sabiduría, sus oraciones y su ejemplo, que en poco tiempo vio que los habitantes de Lyón, y otras ciudades de la Galia, rechazaban el error y la superstición, y se inscribían en la milicia cristiana. Mientras, se suscitó una discusión sobre el día en que convenía celebrar la fiesta de Pascua. El Papa Víctor, viendo que casi todos los obispos de Asia se separaban de sus hermanos en el episcopado, en lo referente al día de esta celebración, amenazaba con excomulgarlos. Ireneo, amigo de la paz, intervino cerca del Papa, y alegando el ejemplo de los Pontífices precedentes, le indujo a no permitir que tantas Iglesias se separaran de la unidad católica por causa de un rito que afirmaban haber recibido por tradición. [Lectio6] Ireneo compuso muchas obras, citadas por Eusebio de Cesárea y San Jerónimo; pero la mayoría han desaparecido bajo la acción del tiempo. Quedan todavía de él cinco libros contra los herejes, escritos hacia el año 180, cuando Eleuterio regía aún la cristiandad. En el tercero de estos libros, el hombre de Dios, instruido por los que, según él afirma, oyeron la doctrina de los Apóstoles, dice, con relación a la Iglesia Romana y a la sucesión de sus Pontífices, que su testimonio es el más grande y más esplendoroso, por ser ella la depositaria fiel, perpetua y segurísima de la tradición divina. Por eso, añade, es necesario que con esta Iglesia, en razón de su primacía, estén unidas todas las Iglesias, es decir, los fieles de todos los lugares. Al mismo tiempo que muchos cristianos que le debían la dicha de haber abrazado la verdadera fe, obtuvo, por fin, Ireneo la corona del martirio, y voló al cielo en el año de gracia 210, cuando Septimio Severo había ordenado condenar a la tortura y a la muerte a todos los que decidieran mantenerse en la práctica de la religión cristiana. El Papa Benedicto XV ordenó extender su fiesta a la Iglesia Universal. [Lectio94] Ireneo nació cerca de Esmirna; fue discípulo de Policarpo, que a su vez lo fue de Juan el Evangelista. Cuando Policarpo fue al cielo con la gloria del martirio, Ireneo trabajó con un gran celo para conocer qué artículos de fe habían recibido otros de la enseñanza de los Apóstoles para preservar el depósito de la fe. Por esto reunió a tantos de estos hombres como pudo, y todo lo que escuchó de ellos lo memorizó para refutar más tarde a los herejes. Fue a la Galia, donde fue nombrado sacerdote en la iglesia de Lyon por el obispo Fotino. Al suceder a Fotino, llevó a cabo el cargo de su obispado admirablemente: con su sabiduría, oración y ejemplo, en poco tiempo, libró a los ciudadanos de Lyon, y a los de muchas otras ciudades de la Galia, de la superstición y error, los cuales se inscribieron en el ejército de Cristo. Escribió muchas obras; una gran parte se perdieron en el transcurso del tiempo. Aún existen cinco de sus libros contra herejes; en el tercero da a la Iglesia Romana y a la sucesión de sus obispos un testimonio que supera a todos los demás en peso y brillantez, llamándola la fiel, perpetua y segura guardiana de la tradición divina, y que es necesario que toda la Iglesia debe estar de acuerdo con la Iglesia Romana, debido a su eminencia y primacía. Coronado de martirio, fue al cielo en el año de la salvación 202. &teDeum [Lectio7] Lectura del Santo Evangelio según San Mateo !Mt 10:28-33 En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: No temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; temed antes al que puede arrojar alma y cuerpo en el infierno. Y lo que sigue. _ Homilía de San Ireneo, Obispo y Mártir. !Libro 3, contra los herejes. El Señor conocía a los que debían padecer persecución; sabía cuáles eran los que debían ser azotados o muertos por su causa. También a ellos se dirigen sus palabras: No temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; temed antes al que puede arrojar alma y cuerpo en el infierno y guardar también a los que le han tributado testimonio. Prometía reconocer ante su Padre a los que confesaran su nombre ante los hombres y anunciaba que renegaría en el día del juicio de los que renegaran de Él, y que cubriría de confusión a los que se avergonzaran de reconocerlo. Aunque las cosas deben ocurrir así, ciertos hombres han llegado a una temeridad grande, y desprecian a los mártires y critican a los que son condenados a muerte por haber dado testimonio del Señor, o que soportan todas las pruebas que predijo el Señor, y, de conformidad con sus palabras, se esfuerzan en seguir sus huellas en su Pasión y se convierten en Mártires de Aquel que se hizo pasible; mas nosotros les contamos en el número de los Mártires. Cuando su sangre sea buscada, y reciban la gloria por sus padecimientos, todos cuantos se hayan negado a honrar su martirio serán confundidos por Jesucristo. [Lectio8] La misma confusión alcanzará a los que vean en los padecimientos de Jesucristo un hecho dudoso o una apariencia. Si Jesucristo no padeció en verdad, ninguna gracia puede obtenernos, ya que no sufrió Pasión alguna; y en cuanto a nosotros, cuando empezáramos a sufrir, nos parecería un seductor que nos exhorta a recibir las bofetadas y a presentar la otra mejilla, cuando Él mismo no padeció en verdad. Entonces, así como habría seducido a otros aparentando lo que no era en realidad, nos engañaría también a nosotros al exhortarnos a sufrir lo que Él no soportó. En este caso, seríamos superiores al Maestro al padecer y soportar lo que no soportó ni padeció. Mas por cuanto Nuestro Señor, el único verdadero Maestro, el Hijo verdadero de Dios, es bueno y paciente, siendo Verbo de Dios Padre, hízose hijo del hombre. Luchó y venció; siendo hombre, combatió por la raza de sus padres, y reparó la desobediencia de éstos con su obediencia; ligó al fuerte y desligó al débil; dio la salvación sacrificando su vida humana y destruyendo el pecado. Así, pues, los que afirman que sólo en apariencia se manifestó, sin revestirse de carne, que no se hizo hombre, quedan todavía bajo el peso de la antigua condenación. [Lectio9] Lectura del Santo Evangelio según San Juan !Jn 21:15-19 Dijo Jesús a Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Trat. 123 sobre San Juan, hacia el medio. Se responde a negación triple confesión, para que la lengua sirva al amor no menos que al temor, y no parezca que la muerte inminente ha arrancado más palabras que la Vida presente. Sea oficio del amor apacentar el rebaño del Señor, si fue indicio de temor negar al Pastor. Quienes por afán de jactarse o dominar o enriquecerse, no por la caridad de obedecer y ayudar y agradar a Dios, apacientan las ovejas de Cristo con esta intención, la de querer que sean suyas, no de Cristo, quedan convictos de amarse a sí mismos, no a Cristo, por el deseo de jactarse o ejercer poder, o adquirir ganancia, y no del amor de obedecer, servir y agradar a Dios. &teDeum [Lectio Vigilia] !En la Vigilia de los Ss. Pedro y Pablo, Apóstoles Lectura del Santo Evangelio según San Juan !Jn 21:15-17 Dijo Jesús a Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Y lo que sigue. _ Homilía de San Agustín, Obispo. !Trat. 123 sobre San Juan, hacia el medio. Se responde a negación triple confesión, para que la lengua sirva al amor no menos que al temor, y no parezca que la muerte inminente ha arrancado más palabras que la Vida presente. Sea oficio del amor apacentar el rebaño del Señor, si fue indicio de temor negar al Pastor. Quienes por afán de jactarse o dominar o enriquecerse, no por la caridad de obedecer y ayudar y agradar a Dios, apacientan las ovejas de Cristo con esta intención, la de querer que sean suyas, no de Cristo, quedan convictos de amarse a sí mismos, no a Cristo, por el deseo de jactarse o ejercer poder, o adquirir ganancia, y no del amor de obedecer, servir y agradar a Dios. [Commemoratio 2] (rubrica 1910 aut rubrica divino) @Sancti/06-24:Octava [Lectio91] !Si no se lee la lectura de la conmemoración !Cap. 25, alias 46, nº 7 Mas nosotros rogamos por que no permanezcan en la hoya que ellos mismos se cavaron, sino que se conviertan legítimamente a la Iglesia de Dios, y que Cristo se forme en ellos, y que vengan a saber que el único hacedor y creador de este mundo es el verdadero Dios, el Señor de todas las cosas. Esto pedimos para ellos, pues los amamos con más provecho que con el que ellos creen amarse a sí mismos. Tal es nuestro amor, pues que es verdadero y por su salvación, si la han de recibir. Pues es una medicina drástica, que consume la carne enferma y superficial de una herida, en tanto que les libra de la soberbia y la vanidad. Así pues, no nos cansaremos de intentar estrecharles la mano con todas nuestras fuerzas. &teDeum