S. Hermenegildi Martyris ~ Semiduplex
Scriptura: Feria Sexta infra Hebdomadam I post Octavam Paschæ

Divinum Officium Tridentine - 1888

04-13-2018

Ad Matutinum

Incipit
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris: et ne nos indúcas in tentatiónem: sed líbera nos a malo. Amen.
Ave María, grátia plena; Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui Jesus. Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
Credo in Deum, Patrem omnipoténtem, Creatórem cæli et terræ. Et in Jesum Christum, Fílium ejus únicum, Dóminum nostrum: qui concéptus est de Spíritu Sancto, natus ex María Vírgine,
passus sub Póntio Piláto, crucifíxus, mórtuus, et sepúltus: descéndit ad ínferos; tértia die resurréxit a mórtuis; ascéndit ad cælos; sedet ad déxteram Dei Patris omnipoténtis: inde ventúrus est judicáre vivos et mórtuos. Credo in Spíritum Sanctum, sanctam Ecclésiam cathólicam,
Sanctórum communiónem, remissiónem peccatórum, carnis resurrectiónem, vitam ætérnam. Amen.
℣. Dómine, lábia +︎ mea apéries.
℟. Et os meum annuntiábit laudem tuam.
℣. Deus in adjutórium meum inténde.
℟. Dómine, ad adjuvándum me festína.
Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Allelúja.
Rito de entrada
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.
Ave, María, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor: que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado: descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
℣. Señor, ábreme +︎ los labios.
℟. Y mi boca proclamará tu alabanza.
℣. Dios mío, ven en mi auxilio.
℟. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Invitatorium {Antiphona ex Commune aut Festo}
Ant. Exsúltent in Dómino sancti, * Allelúja.
Ant. Exsúltent in Dómino sancti, * Allelúja.
Veníte, exsultémus Dómino, jubilémus Deo, salutári nostro: præoccupémus fáciem ejus in confessióne, et in psalmis jubilémus ei.
Ant. Exsúltent in Dómino sancti, * Allelúja.
Quóniam Deus magnus Dóminus, et Rex magnus super omnes deos, quóniam non repéllet Dóminus plebem suam: quia in manu ejus sunt omnes fines terræ, et altitúdines móntium ipse cónspicit.
Ant. Allelúja.
Quóniam ipsíus est mare, et ipse fecit illud, et áridam fundavérunt manus ejus (genuflectitur) veníte, adorémus, et procidámus ante Deum: plorémus coram Dómino, qui fecit nos, quia ipse est Dóminus, Deus noster; nos autem pópulus ejus, et oves páscuæ ejus.
Ant. Exsúltent in Dómino sancti, * Allelúja.
Hódie, si vocem ejus audiéritis, nolíte obduráre corda vestra, sicut in exacerbatióne secúndum diem tentatiónis in desérto: ubi tentavérunt me patres vestri, probavérunt et vidérunt ópera mea.
Ant. Allelúja.
Quadragínta annis próximus fui generatióni huic, et dixi; Semper hi errant corde, ipsi vero non cognovérunt vias meas: quibus jurávi in ira mea; Si introíbunt in réquiem meam.
Ant. Exsúltent in Dómino sancti, * Allelúja.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Allelúja.
Ant. Exsúltent in Dómino sancti, * Allelúja.
Invitatorio {Antífona del Común o de la Fiesta}
Ant. Exulten los Santos en el Señor, * Aleluya.
Ant. Exulten los Santos en el Señor, * Aleluya.
Venid, regocijémonos en el Señor; cantemos con júbilo las alabanzas de Dios, Salvador nuestro. Corramos a presentarnos ante su acatamiento, dándole gracias, y entonándole himnos con júbilo.
Ant. Exulten los Santos en el Señor, * Aleluya.
Porque el Señor es el Dios grande, y un rey más grande que todos los dioses. Porque en su mano tiene toda la extensión de la tierra, y suyos son los más encumbrados montes.
Ant. Aleluya.
Suyo es el mar, y obra es de sus manos: y hechura de sus manos es la tierra. (de rodillas) Venid, pues, adorémosle, postrémonos: derramando lágrimas en la presencia del Señor que nos ha creado: Pues Él es el Señor Dios nuestro: y nosotros el pueblo a quien Él apacienta, y ovejas de su grey.
Ant. Exulten los Santos en el Señor, * Aleluya.
Hoy mismo, si oyereis su voz, guardaos de endurecer vuestros corazones, Como sucedió, dice el Señor, cuando provocaron mi ira, poniéndome a prueba en el desierto, en donde vuestros padres me tentaron, me probaron, y vieron mis obras.
Ant. Aleluya.
Por espacio de cuarenta años estuve irritado contra esta generación, y dije: Siempre está descarriado el corazón de este pueblo. Ellos no conocieron mis caminos; por lo que juré airado que no entrarían en mi reposo.
Ant. Exulten los Santos en el Señor, * Aleluya.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aleluya.
Ant. Exulten los Santos en el Señor, * Aleluya.
Hymnus {ex Proprio Sanctorum}
Nullis te génitor blandítiis trahit,
Non vitæ cáperis dívitis ótio,
Gemmarúmve nitóre,
Regnandíve cupídine.

Diris non ácies te gládii minis,
Nec terret périmens carníficis furor:
Nam mansúra cadúcis
Præfers gáudia cǽlitum.

Nunc nos e Súperum prótege sédibus
Clemens, atque preces, dum cánimus tua
Quæsítam nece palmam,
Pronis áuribus éxcipe.

Sit rerum Dómino jugis honor Patri,
Et Natum célebrent ora precántium,
Divinúmque suprémis
Flamen láudibus éfferant.
Amen.
Himno {del Propio de los Santos}
Con ningún halago logra seducirte tu padre,
ni las comodidades de una vida rica,
ni el brillo del dinero, ni la ambición
del mando te cautivan.

No te atemoriza el filo de la espada,
cuando cruel te amenaza, ni el furor del verdugo,
cuando te mata: pues prefieres a los caducos
los goces duraderos del cielo.

Ahora, desde el trono del cielo, protégenos
con tu clemencia, y acoge benigno nuestras súplicas,
mientras celebramos la palma
que alcanzaste con tu martirio.

Honor perpetuo sea dado al Padre Señor del universo,
y que los labios de los que oramos
ensalcen al Hijo, y glorifiquen
con excelsas alabanzas al Espíritu divino.
Amén.
Psalmi cum lectionibus {Antiphonæ et Psalmi ex Commune aut Festo}
Nocturn I.
Ant. Stabunt justi.
Psalmus 1 [1]
1:1 Beátus vir, qui non ábiit in consílio impiórum, et in via peccatórum non stetit, * et in cáthedra pestiléntiæ non sedit:
1:2 Sed in lege Dómini volúntas ejus, * et in lege ejus meditábitur die ac nocte.
1:3 Et erit tamquam lignum, quod plantátum est secus decúrsus aquárum, * quod fructum suum dabit in témpore suo:
1:3 Et fólium ejus non défluet: * et ómnia quæcúmque fáciet, prosperabúntur.
1:4 Non sic ímpii, non sic: * sed tamquam pulvis, quem proícit ventus a fácie terræ.
1:5 Ídeo non resúrgent ímpii in judício: * neque peccatóres in concílio justórum.
1:6 Quóniam novit Dóminus viam justórum: * et iter impiórum períbit.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Salmos con lecturas {Antífonas y salmos del Común o de la Fiesta}
Nocturn I.
Ant. Los justos se presentarán.
Salmo 1 [1]
1:1 Dichoso aquel varón que no se deja llevar de los consejos de los malos, ni se detiene en el camino de los pecadores, * ni se asienta en la cátedra pestilente de los libertinos;
1:2 Sino que tiene puesta toda su voluntad en la ley del Señor, * y está meditando en ella día y noche.
1:3 Él será como el árbol plantado junto a las corrientes de las aguas, * el cual dará su fruto en el debido tiempo,
1:3 Y cuya hoja no caerá nunca; * y cuanto él hiciere tendrá próspero efecto.
1:4 No así los impíos, no así; * sino que serán como el tamo o polvo que el viento arroja de la superficie de la tierra.
1:5 Por tanto, no prevalecerán los impíos en el juicio; * ni los pecadores estarán en la asamblea de los justos.
1:6 Porque conoce el Señor y premia el proceder de los justos; * mas la senda de los impíos terminará en la perdición.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Psalmus 2 [2]
2:1 Quare fremuérunt gentes: * et pópuli meditáti sunt inánia?
2:2 Astitérunt reges terræ, et príncipes convenérunt in unum * advérsus Dóminum, et advérsus Christum ejus.
2:3 Dirumpámus víncula eórum: * et proiciámus a nobis jugum ipsórum.
2:4 Qui hábitat in cælis, irridébit eos: * et Dóminus subsannábit eos.
2:5 Tunc loquétur ad eos in ira sua, * et in furóre suo conturbábit eos.
2:6 Ego autem constitútus sum Rex ab eo super Sion montem sanctum ejus, * prǽdicans præcéptum ejus.
2:7 Dóminus dixit ad me: * Fílius meus es tu, ego hódie génui te.
2:8 Póstula a me, et dabo tibi gentes hereditátem tuam, * et possessiónem tuam términos terræ.
2:9 Reges eos in virga férrea, * et tamquam vas fíguli confrínges eos.
2:10 Et nunc, reges, intellégite: * erudímini, qui judicátis terram.
2:11 Servíte Dómino in timóre: * et exsultáte ei cum tremóre.
2:12 Apprehéndite disciplínam, nequándo irascátur Dóminus, * et pereátis de via justa.
2:13 Cum exárserit in brevi ira ejus: * beáti omnes qui confídunt in eo.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Salmo 2 [2]
2:1 ¿Por qué causa se han embravecido tanto las naciones, * y los pueblos maquinan vanos proyectos?
2:2 Se han coligado los reyes de la tierra; y se han confederado los príncipes * contra el Señor, y contra su Cristo.
2:3 Rompamos, dijeron, sus ataduras, * y sacudamos lejos de nosotros su yugo.
2:4 Mas aquel que reside en los cielos se burlará de ellos; * se mofará de ellos el Señor.
2:5 Entonces les hablará Él en su indignación * y los llenará de terror con su saña.
2:6 Mas yo he sido por Él constituido rey sobre Sion, su santo monte, * para predicar su ley.
2:7 A mí me dijo el Señor: * Tú eres mi Hijo; Yo te engendré hoy.
2:8 Pídeme, y te daré las naciones en herencia tuya, * y extenderé tu dominio hasta los extremos de la tierra.
2:9 Los regirás con cetro de hierro; * y si te resisten, los desmenuzarás como un vaso de barro.
2:10 Ahora pues, ¡oh reyes!, entendedlo: * Sed instruidos vosotros los que juzgáis la tierra.
2:11 Servid al Señor con temor, * y regocijaos en Él, poseídos siempre de un temblor santo.
2:12 Abrazad la buena doctrina; no sea que al fin se irrite el Señor, * y perezcáis descarriados de la senda de la justicia.
2:13 Porque cuando de aquí a poco se inflamare su ira, * bienaventurados todos aquellos que ponen en Él su confianza.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Psalmus 3 [3]
3:2 Dómine, quid multiplicáti sunt qui tríbulant me? * multi insúrgunt advérsum me.
3:3 Multi dicunt ánimæ meæ: * Non est salus ipsi in Deo ejus.
3:4 Tu autem, Dómine, suscéptor meus es, * glória mea, et exáltans caput meum.
3:5 Voce mea ad Dóminum clamávi: * et exaudívit me de monte sancto suo.
3:6 Ego dormívi, et soporátus sum: * et exsurréxi, quia Dóminus suscépit me.
3:7 Non timébo míllia pópuli circumdántis me: * exsúrge, Dómine, salvum me fac, Deus meus.
3:8 Quóniam tu percussísti omnes adversántes mihi sine causa: * dentes peccatórum contrivísti.
3:9 Dómini est salus: * et super pópulum tuum benedíctio tua.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Stabunt justi in magna constántia advérsus eos qui se angustiavérunt, allelúja.
Salmo 3 [3]
3:2 ¡Ah, Señor! ¿Cómo es que se han aumentado tanto mis perseguidores? * Son muchísimos los que se han rebelado contra mí.
3:3 Muchos dicen de mí: * Ya no tiene que esperar de su Dios salvación.
3:4 Pero Tú, ¡oh Señor!, Tú eres mi protector, * mi gloria, y el que me hace levantar cabeza.
3:5 A voces clamé al Señor, * y Él me oyó benigno desde su santo monte.
3:6 Yo me dormí, y me entregué a un profundo sueño; * y me levanté, porque el Señor me tomó bajo su amparo.
3:7 No temeré, pues, a ese innumerable gentío que me tiene cercado; * levántate, ¡oh Señor!, sálvame Tú, Dios mío.
3:8 Pues Tú has castigado a todos los que sin razón me hacen guerra; * les has quebrado los dientes a los pecadores.
3:9 Del Señor nos viene la salvación; * y Tú, oh Dios mío, bendecirás a tu pueblo.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los justos se presentarán con gran firmeza, ante aquellos que les persiguieron, aleluya.
℣. Deus regeneravit nos in spem vivam, allelúja.
℟. Per resurrectiónem Jesu Christi ex mórtuis, allelúja.
℣. Dios nos ha regenerado con esperanza viva. Aleluya.
℟. Mediante la Resurreción de Jesucristo de entre los muertos. Aleluya.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris:
℣. Et ne nos indúcas in tentatiónem:
℟. Sed líbera nos a malo.
Absolutio. Exáudi, Dómine Jesu Christe, preces servórum tuórum, et miserére nobis: Qui cum Patre et Spíritu Sancto vivis et regnas in sǽcula sæculórum. Amen.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores:
℣. No nos dejes caer en tentación:
℟. Mas líbranos del mal.
Absolución. Señor Jesucristo, escucha las súplicas de tus siervos y ten misericordia de nosotros, Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Benedictióne perpétua benedícat nos Pater ætérnus. Amen.

Lectio 1
De Actibus Apostolórum
Act. 8:9-13
9 Vir autem quidam nómine Simon, qui ante fúerat in civitáte magus, sedúcens gentem Samaríæ, dicens se esse áliquem magnum:
10 Cui auscultábant omnes a mínimo usque ad máximum, dicéntes: Hic est virtus Dei, quæ vocátur magna.
11 Attendébant autem eum: propter quod multo témpore magíis suis dementásset eos.
12 Cum vero credidíssent Philíppo evangelizánti de regno Dei, in nómine Jesu Christi baptizabántur viri ac mulíeres.
13 Tunc Simon et ipse crédidit: et cum baptizátus esset, adhærébat Philíppo. Videns étiam signa et virtútes máximas fíeri, stupens admirabátur.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Ego sum vitis vera, et vos pálmites:
* Qui manet in me, et ego in eo, hic fert fructum multum, allelúja, allelúja.
℣. Sicut diléxit me Pater, et ego diléxi vos.
℟. Qui manet in me, et ego in eo, hic fert fructum multum, allelúja, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. El Padre Eterno nos bendiga con su continua bendición. Amén.

Lectura 1
De los Hechos de los Apóstoles
Hch 8:9-13
9 Pero había allí un hombre llamado Simón, que de tiempo atrás venía practicando la magia en la ciudad y maravillando al pueblo de Samaría, diciendo ser él algo grande.
10 Todos, del mayor al menor, le seguían y decían: Este es el poder de Dios llamado grande;
11 Y se adherían a él, porque durante bastante tiempo los había embaucado con sus magias.
12 Mas cuando creyeron a Felipe, que les anunciaba el reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
13 El mismo Simón creyó, y bautizado, se adhirió a Felipe, y viendo las señales y milagros grandes que hacía, estaba fuera de sí.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Yo soy la verdadera vid, y vosotros los sarmientos;
* El que permanece en mí, y Yo en él, produce abundante fruto, aleluya, aleluya.
℣. Como el Padre me amó, os amé Yo también.
℟. El que permanece en mí, y Yo en él, produce abundante fruto, aleluya, aleluya.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Unigénitus Dei Fílius nos benedícere et adjuváre dignétur. Amen.

Lectio 2
Act. 8:14-19
14 Cum autem audíssent Apóstoli qui erant Jerosólymis, quod recepísset Samaría verbum Dei, misérunt ad eos Petrum et Joánnem.
15 Qui cum veníssent, oravérunt pro ipsis ut accíperent Spíritum Sanctum:
16 Nondum enim in quemquam illórum vénerat, sed baptizáti tantum erant in nómine Dómini Jesu.
17 Tunc imponébant manus super illos, et accipiébant Spíritum Sanctum.
18 Cum vidísset autem Simon quia per impositiónem manus Apostolórum darétur Spíritus Sanctus, óbtulit eis pecúniam,
19 Dicens: Date et mihi hanc potestátem, ut cuicúmque imposúero manus, accípiat Spíritum Sanctum.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Surgens Jesus Dóminus noster, stans in médio discipulórum suórum, dixit:
* Pax vobis, allelúja: gavísi sunt discípuli viso Dómino, allelúja.
℣. Una ergo sabbatórum, cum fores essent clausæ, ubi erant discípuli congregáti, venit Jesus, et stetit in medio eórum, et dixit eis.
℟. Pax vobis, allelúja: gavísi sunt discípuli viso Dómino, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. El Hijo único de Dios nos bendiga y nos ayude. Amén.

Lectura 2
Hch 8:14-19
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron cómo había recibido Samaría la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan,
15 Los cuales, bajando, oraron sobre ellos para que recibiesen el Espíritu Santo,
16 Pues aún no había venido sobre ninguno de ellos; sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
17 Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
18 Viendo Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se comunicaba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
19 Diciendo: Dadme también a mí ese poder de imponer las manos, de modo que se reciba el Espíritu Santo.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Habiendo resucitado Jesús nuestro Señor y estando en medio de sus discípulos, les dijo:
* La paz sea con vosotros, aleluya; alegráronse los discípulos a la vista del Señor, aleluya.
℣. El primer día de la semana, estando cerradas las puertas del lugar, donde los discípulos se hallaban reunidos, vino Jesús, y puesto en pie, en medio de ellos, les dijo:
℟. La paz sea con vosotros, aleluya; alegráronse los discípulos a la vista del Señor, aleluya.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Spíritus Sancti grátia illúminet sensus et corda nostra. Amen.

Lectio 3
Act. 8:19-24
19 Petrus autem dixit ad eum:
20 Pecúnia tua tecum sit in perditiónem: quóniam donum Dei existimásti pecúnia possidéri.
21 Non est tibi pars neque sors in sermóne isto: cor enim tuum non est rectum coram Deo.
22 Pœniténtiam ítaque age ab hac nequítia tua: et roga Deum, si forte remittátur tibi hæc cogitátio cordis tui.
23 In felle enim amaritúdinis, et obligatióne iniquitátis, vídeo te esse.
24 Respóndens autem Simon, dixit: Precámini vos pro me ad Dóminum, ut nihil véniat super me horum quæ dixístis.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Expurgáte vetus ferméntum, ut sitis nova conspérsio: étenim Pascha nostrum immolátus est Christus:
* Itaque epulémur in Dómino, allelúja.
℣. Mórtuus est propter delícta nostra, et resurréxit propter justificatiónem nostram.
℟. Itaque epulémur in Dómino, allelúja.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Itaque epulémur in Dómino, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. La gracia del Espíritu Santo ilumine nuestros sentidos y corazones. Amén

Lectura 3
Hch 8:19-24
19 Díjole Pedro:
20 Sea ese tu dinero para perdición tuya, pues has creído que con dinero podía comprarse el don de Dios.
21 No tienes en esto parte ni heredad, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
22 Arrepiéntete, pues, de ésta tu maldad, y ruega al Señor que te perdone este mal pensamiento de tu corazón;
23 Porque veo que estás lleno de maldad y envuelto en lazos de iniquidad.
24 Simón respondió diciendo: Rogad vosotros por mí al Señor para que no me sobrevenga nada de eso que habéis dicho.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Purificaos del fermento viejo, para que seáis nueva masa, pues fue inmolado Jesucristo nuestro Cordero pascual.
* Por tanto celebremos en el Señor este convite, aleluya.
℣. Murió por nuestros delitos, y resucitó para nuestra justificación.
℟. Por tanto celebremos en el Señor este convite, aleluya.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Por tanto celebremos en el Señor este convite, aleluya.
Nocturn II.
Ant. Ecce.
Psalmus 4 [4]
4:2 Cum invocárem exaudívit me Deus justítiæ meæ: * in tribulatióne dilatásti mihi.
4:2 Miserére mei, * et exáudi oratiónem meam.
4:3 Fílii hóminum, úsquequo gravi corde? * ut quid dilígitis vanitátem, et quǽritis mendácium?
4:4 Et scitóte quóniam mirificávit Dóminus sanctum suum: * Dóminus exáudiet me cum clamávero ad eum.
4:5 Irascímini, et nolíte peccáre: * quæ dícitis in córdibus vestris, in cubílibus vestris compungímini.
4:6 Sacrificáte sacrifícium justítiæ, et speráte in Dómino. * Multi dicunt: Quis osténdit nobis bona?
4:7 Signátum est super nos lumen vultus tui, Dómine: * dedísti lætítiam in corde meo.
4:8 A fructu fruménti, vini, et ólei sui * multiplicáti sunt.
4:9 In pace in idípsum * dórmiam, et requiéscam;
4:10 Quóniam tu, Dómine, singuláriter in spe * constituísti me.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Nocturn II.
Ant. He ahí.
Salmo 4 [4]
4:2 Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío; * Tú que en el aprieto me diste anchura,
4:2 Ten piedad de mí * y escucha mi oración.
4:3 Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, * amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
4:4 Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor, * y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
4:5 Temblad y no pequéis, * reflexionad en el silencio de vuestro lecho;
4:6 Ofreced sacrificios legítimos y confiad en el Señor. * Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,
4:7 Si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?» * Pero Tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
4:8 Que si abundara * en trigo y en vino.
4:9 En paz me acuesto * y en seguida me duermo,
4:10 Porque Tú sólo, Señor, * me haces vivir tranquilo.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Psalmus 5 [5]
5:2 Verba mea áuribus pércipe, Dómine, * intéllege clamórem meum.
5:3 Inténde voci oratiónis meæ, * Rex meus et Deus meus.
5:4 Quóniam ad te orábo: * Dómine, mane exáudies vocem meam.
5:5 Mane astábo tibi et vidébo: * quóniam non Deus volens iniquitátem tu es.
5:6 Neque habitábit juxta te malígnus: * neque permanébunt injústi ante óculos tuos.
5:7 Odísti omnes, qui operántur iniquitátem: * perdes omnes, qui loquúntur mendácium.
5:7 Virum sánguinum et dolósum abominábitur Dóminus: * ego autem in multitúdine misericórdiæ tuæ.
5:8 Introíbo in domum tuam: * adorábo ad templum sanctum tuum in timóre tuo.
5:9 Dómine, deduc me in justítia tua: * propter inimícos meos dírige in conspéctu tuo viam meam.
5:10 Quóniam non est in ore eórum véritas: * cor eórum vanum est.
5:11 Sepúlcrum patens est guttur eórum, linguis suis dolóse agébant, * júdica illos, Deus.
5:11 Décidant a cogitatiónibus suis, secúndum multitúdinem impietátum eórum expélle eos, * quóniam irritavérunt te, Dómine.
5:12 Et læténtur omnes, qui sperant in te, * in ætérnum exsultábunt: et habitábis in eis.
5:12 Et gloriabúntur in te omnes, qui díligunt nomen tuum, * quóniam tu benedíces justo.
5:13 Dómine, ut scuto bonæ voluntátis tuæ * coronásti nos.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Salmo 5 [5]
5:2 Señor, escucha mis palabras, * atiende a mis gemidos,
5:3 Haz caso de mis gritos de auxilio, * Rey mío y Dios mío.
5:4 A ti te suplico, * Señor; por la mañana escucharás mi voz,
5:5 Por la mañana te expongo mi causa, y me quedo aguardando. * Tú no eres un Dios que ame la maldad,
5:6 Ni el malvado es tu huésped, * ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
5:7 Detestas a los malhechores, * destruyes a los mentirosos;
5:7 Al hombre sanguinario y traicionero lo aborrece el Señor. * Pero yo, por tu gran bondad,
5:8 Entraré en tu casa, * me postraré ante tu templo santo con toda reverencia.
5:9 Señor, guíame con tu justicia, * porque tengo enemigos; alláname tu camino.
5:10 En su boca no hay sinceridad, * su corazón es perverso;
5:11 Su garganta es un sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua. * Castígalos, ¡oh Dios!:
5:11 Que fracasen sus planes; expúlsalos por sus muchos crímenes, * porque se rebelan contra ti.
5:12 Que se alegren los que se acogen a ti, * con júbilo eterno; protégelos,
5:12 Para que se llenen de gozo los que aman tu nombre, * porque Tú, Señor, bendices al justo,
5:13 Y como un escudo * lo rodea tu favor.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Psalmus 6 [6]
6:2 Dómine, ne in furóre tuo árguas me, * neque in ira tua corrípias me.
6:3 Miserére mei, Dómine, quóniam infírmus sum: * sana me, Dómine, quóniam conturbáta sunt ossa mea.
6:4 Et ánima mea turbáta est valde: * sed tu, Dómine, úsquequo?
6:5 Convértere, Dómine, et éripe ánimam meam: * salvum me fac propter misericórdiam tuam.
6:6 Quóniam non est in morte qui memor sit tui: * in inférno autem quis confitébitur tibi?
6:7 Laborávi in gémitu meo, lavábo per síngulas noctes lectum meum: * lácrimis meis stratum meum rigábo.
6:8 Turbátus est a furóre óculus meus: * inveterávi inter omnes inimícos meos.
6:9 Discédite a me, omnes, qui operámini iniquitátem: * quóniam exaudívit Dóminus vocem fletus mei.
6:10 Exaudívit Dóminus deprecatiónem meam, * Dóminus oratiónem meam suscépit.
6:11 Erubéscant, et conturbéntur veheménter omnes inimíci mei: * convertántur et erubéscant valde velóciter.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Ecce quómodo computáti sunt inter fílios Dei, et inter sanctos sors illórum est, allelúja.
Salmo 6 [6]
6:2 Señor, no me corrijas con ira, * no me castigues con cólera.
6:3 Misericordia, Señor, que desfallezco; * cura, Señor, mis huesos dislocados.
6:4 Tengo el alma en delirio, * y Tú, Señor, ¿hasta cuándo?
6:5 Vuélvete, Señor, liberta mi alma, * sálvame por tu misericordia.
6:6 Porque en el reino de la muerte nadie te invoca, * y en el abismo, ¿quién te alabará?
6:7 Estoy agotado de gemir: de noche lloro sobre el lecho, * riego mi cama con lágrimas.
6:8 Mis ojos se consumen irritados, * envejecen por tantas contradicciones.
6:9 Apartaos de mí, los malvados, * porque el Señor ha escuchado mis sollozos;
6:10 El Señor ha escuchado mi súplica, * el Señor ha aceptado mi oración.
6:11 Que la vergüenza abrume a mis enemigos, * que avergonzados huyan al momento.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. He ahí cómo fueron contados entre los hijos de Dios, y su dicha es estar con los santos, aleluya.
℣. Deus suscitávit Christum a mórtuis, allelúja.
℟. Ut fides nostra et spes esset in Deo, allelúja.
℣. Dios resucitó a Cristo de entre los muertos. Aleluya.
℟. Para que nuestra fe y esperanza estuviesen en Dios. Aleluya.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris:
℣. Et ne nos indúcas in tentatiónem:
℟. Sed líbera nos a malo.
Absolutio. Ipsíus píetas et misericórdia nos ádjuvet, qui cum Patre et Spíritu Sancto vivit et regnat in sǽcula sæculórum. Amen.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores:
℣. No nos dejes caer en tentación:
℟. Mas líbranos del mal.
Absolución. Que nos auxilie la clemencia y misericordia de aquel que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Deus Pater omnípotens sit nobis propítius et clemens. Amen.

Lectio 4
Ex libro Dialogorum sancti Gregorii Papæ
Lib. 3 Cap. 31
Hermenegildus rex, Leovigildi regis Visigothorum filius, ab Ariana hæresi ad fidem catholicam viro reverendissimo Leandro Hispalensi episcopo, dudum mihi in amicitiis familiariter juncto, prædicante, conversus est. Quem pater Arianus, ut ad eamdem hæresim rediret, et præmiis suadere, et minis terrere conatus est. Cumque ille constantissime responderet, numquam se veram fidem posse relinquere, quam semel agnovisset: iratus pater eum privavit regno, rebusque exspoliavit omnibus. Cumque nec sic virtutem mentis illius emollire valuisset, in arcta illum custodia concludens, collum manusque illius ferro ligavit. Cœpit ítaque Hermenegildus rex juvenis terrenum regnum despicere, et forti desiderio cæleste quærens, in ciliciis vinculatus jacens, omnipotenti Deo ad confortandum se, preces effundere; tantoque sublimius gloriam transeuntis mundi despicere, quanto et religatus agnoverat nihil fuísse, quod potuerit auferri.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Lux perpétua lucébit Sanctis tuis, Dómine,
* Et ætérnitas témporum, allelúja, allelúja.
℣. Lætítia sempitérna erit super cápita eórum: gáudium et exsultatiónem obtinébunt.
℟. Et ætérnitas témporum, allelúja, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Dios Padre todopoderoso tenga piedad y misericordia de nosotros. Amén.

Lectura 4
Del Libro de los Diálogos de San Gregorio, Papa.
Libro 3, capítulo 31.
Hermenegildo, hijo de Leovigildo, rey de los visigodos, se convirtió de la herejía arriana a la fe católica por la predicación del obispo de Sevilla, San Leandro, con el cual me une una antigua y estrecha amistad. Su padre, que había permanecido arriano, procuró que abrazara de nuevo la herejía, valiéndose, ya de premios, ya de amenazas. Y como él respondiese que habiendo conocido la verdadera fe quería perseverar en ella, airado su padre, le desposeyó de sus derechos a la corona, y le despojó de todos sus bienes. Y como ni así le hizo cambiar de propósito, le encerró en una estrecha prisión y le sujetó con una cadena el cuello y las manos. Entonces empezó el joven rey Hermenegildo a despreciar el reino terreno, y a desear con vehemencia el celestial. Postrado en el suelo, y atormentado por un cilicio, pedía al Dios omnipotente que le confortara, despreciando la gloria mundana con grandeza de alma, pues en la cárcel había conocido la nada de todo aquello de que le habían privado.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Una luz perpetua iluminará, Señor, a vuestros Santos.
* Y vivirán por toda la eternidad, aleluya, aleluya,
℣. Sobre ellos brillará una alegría eterna; conseguirán el gozo y la exultación.
℟. Y vivirán por toda la eternidad, aleluya, aleluya.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Christus perpétuæ det nobis gáudia vitæ. Amen.

Lectio 5
Superveniente autem Paschalis festivitatis die, intempestæ noctis silentio, ad eum perfidus pater Arianum episcopum misit, ut ex ejus manu sacrilegæ consecrationis communionem perciperet, atque per hoc ad patris gratiam redire mereretur. Sed vir Deo deditus, Ariano episcopo venienti exprobravit, ut debuit, ejusque a se perfidiam dignis increpationibus repulit: quia etsi exterius jacebat ligatus, apud se tamen in magno mentis culmine stabat securus. Ad se ítaque reverso episcopo, Arianus pater infremuit, statimque suos apparitores misit, qui constantissimum Confessorem Dei illic ubi jacebat, occiderent; quod et factum est. Nam mox ut ingressi sunt, securim cerebro ejus infigentes, vitam corporis abstulerunt: hocque in eo valuerunt perimere, quod ipsum quoque, qui peremptus est, in se constiterat despexisse. Sed pro ostendenda vera ejus gloria, superna quoque non defuere miracula. Nam cœpit in nocturno silentio psalmodiæ cantus ad corpus ejusdem Regis et Martyris audiri: atque ideo veraciter Regis, quia et Martyris.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. In servis suis, allelúja,
* Consolábitur Deus, allelúja.
℣. Judicábit Dóminus pópulum suum, et in servis suis.
℟. Consolábitur Deus, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que Cristo nos conceda el gozo de la vida eterna. Amén.

Lectura 5
Llegada la festividad pascual, su pérfido padre le envió en medio del silencio de la noche a un obispo arriano, para que de su mano recibiera la comunión consagrada sacrílegamente, y así volviera a la gracia de su padre. Mas Hermenegildo, entregado ya a Dios, apenas se le acercó el obispo arriano, le reprendió como debía, rechazando con valor su perfidia, pues si bien estaba preso exteriormente, con todo permanecía seguro y conservaba toda la elevación de su alma. Después que el obispo hubo vuelto donde Leovigildo, enfurecido este rey arriano, envió unos soldados a dar muerte al valerosísimo confesor de Cristo en su prisión; lo cual así fue ejecutado. En efecto, entrando allí los soldados, le partieron la cabeza de un hachazo; pero al quitarle la vida del cuerpo consiguieron quitarle sólo lo que el héroe santo había despreciado. A fin de demostrar la gloria de que gozaba, no faltaron prodigios sobrenaturales, ya que en el mismo silencio de la noche empezaron a oírse cantos junto al cuerpo de aquel mártir, tanto más verdadero Rey por verdadero Mártir.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. En sus siervos, aleluya,
* Se consolará el Señor, aleluya,
℣. Juzgará el Señor a su pueblo, y en sus siervos.
℟. Se consolará el Señor, aleluya.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Ignem sui amóris accéndat Deus in córdibus nostris. Amen.

Lectio 6
Quidam étiam ferunt, quod illic nocturno tempore accensæ lampades apparebant; unde et factum est, quatenus corpus illius, ut videlicet Martyris, jure a cunctis fidelibus venerari debuisset. Pater vero perfidus et parricida, commotus pœnitentia, hoc fecisse se doluit, nec tamen usque ad obtinendam salutem pœnituit. Nam quia vera esset catholica fides agnovit, sed gentis suæ timore perterritus, ad hanc pervenire non meruit. Qui, oborta ægritudine, ad extrema perductus est, et Leandro episcopo, quem prius vehementer afflixerat, Reccaredum regem filium suum, quem in sua hæresi relinquebat, commendare curavit, ut in ipso quoque talia faceret, qualia et in fratre suis exhortationibus fecisset. Qua commendatione expleta, defunctus est. Post cujus mortem Reccaredus rex non patrem perfidum, sed fratrem Martyrem sequens, ab Arianæ hæreseos pravitate conversus est, totamque Visigothorum gentem ita ad veram perduxit fidem, ut nullum in suo regno militare permitteret, qui regni Dei hostis exsistere per hæreticam pravitatem non timeret Nec mirum quod veræ fidei prædicator factus est, qui frater est Martyris: cujus hunc quoque merita adjuvant, ut ad omnipotentis Dei gremium tam multos reducat.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Fíliæ Jerúsalem, veníte et vidéte Mártyres cum corónis, quibus coronávit eos Dóminus
* In die solemnitátis et lætítiæ, allelúja.
℣. Quóniam confortávit seras portárum tuárum, benedíxit fílios tuos in te.
℟. In die solemnitátis et lætítiæ, allelúja.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. In die solemnitátis et lætítiæ, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que Dios encienda en nuestros corazones el fuego de su amor. Amén.

Lectura 6
Algunos afirman que en la oscuridad de la noche aparecían allí lámparas encendidas. Su cuerpo comenzó a ser venerado merecidamente por todos los fieles como el de un Mártir. Mas el padre pérfido y parricida, movido a penitencia, se arrepintió del crimen contra su hijo, pero no hasta el punto de merecer el perdón. Pues conoció que la fe católica era la verdadera, pero le detuvo el temor que le inspiraba su pueblo y no se convirtió. Acometido por una gravísima enfermedad que le condujo a la muerte, recomendó al obispo Leandro, a quien antes había contristado mucho, su hijo Recaredo, que dejaba en el arrianismo, a fin de que con sus exhortaciones repitiera con él lo que había hecho con su hermano. Hecha esta recomendación, expiró. Tras la muerte de Leovigildo, el rey Recaredo, siguiendo el ejemplo, no de su pérfido padre, sino de su hermano mártir, se convirtió de la herejía arriana, condujo a la verdadera fe a toda la nación de los visigodos, y no quiso recibir bajo sus estandartes, en todo su reino, a nadie que no temiera constituirse en enemigo de Dios al permanecer en la herejía. No es de admirar se convirtiera en predicador de la verdadera fe el hermano de un Mártir; los méritos de éste debían ayudarle a conducir a muchas almas al seno de la Iglesia del Dios omnipotente.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Hijas de Jerusalén, venid y ved a los mártires con coronas, con las cuales les ha honrado el Señor.
* En el día de su triunfo y alegría, aleluya,
℣. Porque ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y bendecido en ti a tus hijos.
℟. En el día de su triunfo y alegría, aleluya.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. En el día de su triunfo y alegría, aleluya.
Nocturn III.
Ant. Lux perpétua.
Psalmus 10 [7]
10:2 In Dómino confído: quómodo dícitis ánimæ meæ: * Tránsmigra in montem sicut passer?
10:3 Quóniam ecce peccatóres intendérunt arcum, paravérunt sagíttas suas in pháretra, * ut sagíttent in obscúro rectos corde.
10:4 Quóniam quæ perfecísti, destruxérunt: * justus autem quid fecit?
10:5 Dóminus in templo sancto suo, * Dóminus in cælo sedes ejus.
10:5 Óculi ejus in páuperem respíciunt: * pálpebræ ejus intérrogant fílios hóminum.
10:6 Dóminus intérrogat justum et ímpium: * qui autem díligit iniquitátem, odit ánimam suam.
10:7 Pluet super peccatóres láqueos: * ignis, et sulphur, et spíritus procellárum pars cálicis eórum.
10:8 Quóniam justus Dóminus, et justítias diléxit: * æquitátem vidit vultus ejus.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Nocturn III.
Ant. Una luz perpetua.
Salmo 10 [7]
10:2 En el Señor tengo puesta mi confianza: ¿Cómo, pues, decís a mi alma: * «Retírate prontamente al monte, como un ave que huye?
10:3 Mira que los pecadores han apuntado el arco, y tienen preparadas saetas dentro de sus aljabas, * para asaetar a escondidas a los que son de corazón recto.
10:4 Porque aquello que Tú hiciste de bueno, lo han reducido a nada; * mas el justo, ¿qué es lo que ha hecho de malo?»
10:5 Pero el Señor está en su santo templo, * el Señor tiene su trono en el cielo.
10:5 Sus ojos están mirando al pobre; * sus párpados están examinando a los hijos de los hombres.
10:6 El Señor vigila al justo y al impío; * y así el que ama la maldad, odia su propia alma.
10:7 Lloverá lazos sobre los pecadores; * el fuego y azufre, y el viento tempestuoso son el cáliz que les tocará.
10:8 Porque el Señor es justo y ama la justicia, * está siempre su rostro mirando la rectitud.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Psalmus 14 [8]
14:1 Dómine, quis habitábit in tabernáculo tuo? * aut quis requiéscet in monte sancto tuo?
14:2 Qui ingréditur sine mácula, * et operátur justítiam:
14:3 Qui lóquitur veritátem in corde suo, * qui non egit dolum in lingua sua:
14:3 Nec fecit próximo suo malum, * et oppróbrium non accépit advérsus próximos suos.
14:4 Ad níhilum dedúctus est in conspéctu ejus malígnus: * timéntes autem Dóminum gloríficat:
14:5 Qui jurat próximo suo, et non décipit, * qui pecúniam suam non dedit ad usúram, et múnera super innocéntem non accépit.
14:5 Qui facit hæc: * non movébitur in ætérnum.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Salmo 14 [8]
14:1 ¡Ah, Señor!, ¿quién morará en tu celestial tabernáculo? * ¿o quién descansará en tu santo monte?
14:2 Aquel que vive sin mancilla * y obra rectamente.
14:3 Aquel que habla la verdad que tiene en su corazón * y no ha forjado ningún dolo con su lengua;
14:3 Ni ha hecho mal a sus prójimos * ni ha consentido que fuesen infamados.
14:4 El que en su estimación tiene al malvado por nada, * mas honra a aquellos que temen al Señor;
14:5 Que si hace juramento a su prójimo, no le engaña. * Que no da su dinero a usura, ni se deja cohechar contra el inocente.
14:5 Quien así se porta, * no será conmovido por toda la eternidad.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Psalmus 20 [9]
20:2 Dómine, in virtúte tua lætábitur rex: * et super salutáre tuum exsultábit veheménter.
20:3 Desidérium cordis ejus tribuísti ei: * et voluntáte labiórum ejus non fraudásti eum.
20:4 Quóniam prævenísti eum in benedictiónibus dulcédinis: * posuísti in cápite ejus corónam de lápide pretióso.
20:5 Vitam pétiit a te: * et tribuísti ei longitúdinem diérum in sǽculum, et in sǽculum sǽculi.
20:6 Magna est glória ejus in salutári tuo: * glóriam et magnum decórem impónes super eum.
20:7 Quóniam dabis eum in benedictiónem in sǽculum sǽculi: * lætificábis eum in gáudio cum vultu tuo.
20:8 Quóniam rex sperat in Dómino: * et in misericórdia Altíssimi non commovébitur.
20:9 Inveniátur manus tua ómnibus inimícis tuis: * déxtera tua invéniat omnes, qui te odérunt.
20:10 Pones eos ut clíbanum ignis in témpore vultus tui: * Dóminus in ira sua conturbábit eos, et devorábit eos ignis.
20:11 Fructum eórum de terra perdes: * et semen eórum a fíliis hóminum.
20:12 Quóniam declinavérunt in te mala: * cogitavérunt consília, quæ non potuérunt stabilíre.
20:13 Quóniam pones eos dorsum: * in relíquiis tuis præparábis vultum eórum.
20:14 Exaltáre, Dómine, in virtúte tua: * cantábimus et psallémus virtútes tuas.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, * et in sǽcula sæculórum. Amen.
Ant. Lux perpétua lucébit Sanctis tuis, Dómine, et ætérnitas témporum, allelúja.
Salmo 20 [9]
20:2 Oh, Señor, en tu gran poder hallará el rey su alegría, * y saltará de extremado gozo por la salvación que le has enviado.
20:3 Tú le has cumplido el deseo de su corazón, * y no has frustrado los ruegos que formaron sus labios.
20:4 Antes, te has anticipado a él con bendiciones amorosas; * le pusiste sobre la cabeza una corona de piedras preciosas.
20:5 Te pidió vida, * y Tú le has concedido alargar sus días por los siglos de los siglos.
20:6 Grande es su gloria por la salvación que le has dado. * Aún le revistarás de una gloria y esplendor mucho más grande.
20:7 Porque Tú harás que él sea bendición eterna; * lo colmarás de gozo con sólo mostrarle tu rostro.
20:8 Por cuanto el rey tiene puesta su confianza en el Señor; * por lo mismo descansará inmóvil en la misericordia del Altísimo.
20:9 Alcance tu poderosa mano a todos tus enemigos; * descargue tu diestra sobre todos los que te aborrecen.
20:10 Mostrándoles tu rostro, harás de ellos como un horno encendido. * Airado el Señor los pondrá en consternación, y el fuego los devorará.
20:11 Extirparás su descendencia de la faz de la tierra, * y quitarás su raza de entre los hijos de los hombres.
20:12 Porque urdieron contra ti maldades; * forjaron designios que no pudieron ejecutar.
20:13 Tú los pondrás en fuga, * y tendrás aparejadas contra ellos, las flechas de tu arco.
20:14 Ensálzate, Señor, con tu poder infinito; * que nosotros celebraremos con cánticos e himnos tus maravillas.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Una luz perpetua iluminará, Señor, a vuestros santos, y vivirán por toda la eternidad, aleluya.
℣. Deus et Dóminum suscitávit, allelúja.
℟. Et nos suscitábit per virtútem suam, allelúja.
℣. Dios resucitó a su Hijo. Aleluya.
℟. Y nos resucitará a nosotros por su virtud. Aleluya.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris:
℣. Et ne nos indúcas in tentatiónem:
℟. Sed líbera nos a malo.
Absolutio. A vínculis peccatórum nostrórum absólvat nos omnípotens et miséricors Dóminus. Amen.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores:
℣. No nos dejes caer en tentación:
℟. Mas líbranos del mal.
Absolución. El Señor omnipotente y misericordioso desate las cadenas de nuestros pecados. Amén.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Evangélica léctio sit nobis salus et protéctio. Amen.

Lectio 7
Léctio sancti Evangélii secúndum Joánnem
Joannes 15:1-7
In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Ego sum vitis vera: et Pater meus agrícola est. Et réliqua.

Homilía sancti Augustíni Epíscopi
Tract. 80 in Joannem
Iste locus evangélicus, fratres, ubi se dicit Dóminus vitem, et discípulos suos pálmites, secúndum hoc dicit, quod est caput Ecclésiæ, nosque membra ejus, mediátor Dei et hóminum, homo Christus Jesus. Uníus quippe natúræ sunt vitis et pálmites. Propter quod cum esset Deus, cujus natúræ non sumus, factus est homo, ut in illo esset vitis humána natúra, cujus et nos hómines pálmites esse possémus.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Tristítia vestra, allelúja,
* Convertétur in gáudium, allelúja, allelúja.
℣. Mundus autem gaudébit, vos vero contristabímini, sed tristítia vestra.
℟. Convertétur in gáudium, allelúja, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que la lectura del Evangelio nos salve y nos proteja. Amén.

Lectura 7
Lectura del santo Evangelio según San Juan
Jn 15:1-7
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. Y lo que sigue.

Homilía de San Agustín, Obispo.
Tratado 80 sobre San Juan.
En este lugar del Evangelio, en donde el Señor se da el nombre de vid, y a sus discípulos el de sarmiento, habla de esta suerte en cuanto Él es la cabeza de la Iglesia y nosotros sus miembros, y en cuanto es el medianero entre Dios y los hombres. La vid y los sarmientos son de una misma naturaleza. Por lo cual, siendo Dios, de cuya naturaleza no somos nosotros, se hizo hombre, para que en Él estuviese la vid de la humana naturaleza, de la cual nosotros hombres pudiésemos ser sarmientos.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Yo soy la verdadera vid, y vosotros los sarmientos:
* El que permanece en mí y Yo en él, éste dará mucho fruto, aleluya, aleluya,
℣. Así como me ha amado mi Padre, Yo también os he amado.
℟. El que permanece en mí y Yo en él, éste dará mucho fruto, aleluya, aleluya.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Cujus festum cólimus, ipse intercédat pro nobis ad Dóminum. Amen.

Lectio 8
Quid ergo est, Ego sum vitis vera? Numquid ut ádderet, vera, hoc ad eam vitem rétulit, unde ista similitúdo transláta est? Sic enim dícitur vitis per similitúdinem, non per proprietátem: quemádmodum dícitur ovis, agnus, leo, petra, lapis anguláris, et cétera hujúsmodi, quæ magis ipsa sunt vera, ex quibus ducúntur istæ similitúdines, non proprietátes. Sed cum dicit, Ego sum vitis vera: ab illa se útique discérnit, cui dícitur: Quómodo convérsa es in amaritúdinem vitis aliéna? Nam quo pacto est vitis vera, quæ exspectáta est ut fáceret uvam, fecit autem spinas?
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

℟. Cándidi facti sunt Nazarǽi ejus, allelúja: splendórem Deo dedérunt, allelúja:
* Et sicut lac coaguláti sunt, allelúja, allelúja.
℣. Candidióres nive, nitidióres lacte, rubicundióres ébore antíquo, sapphíro pulchrióres.
℟. Et sicut lac coaguláti sunt, allelúja, allelúja.
℣. Glória Patri, et Fílio, * et Spirítui Sancto.
℟. Et sicut lac coaguláti sunt, allelúja, allelúja.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Interceda por nosotros ante el Señor, el Santo cuya fiesta celebramos. Amén.

Lectura 8
¿Qué significa “Yo soy la verdadera vid"? ¿Acaso al decir verdadera lo hizo por oposición a la vid que toma aquí como comparación? Porque se le llama vid por analogía, no en sentido propio, del mismo modo que a sí mismo se da el nombre de oveja, cordero, león, piedra, piedra angular, y otros semejantes, los cuales más sirven para expresar las comparaciones, que para dar a conocer propiedades distintas. Cuando dice: Yo soy la verdadera vid, lo dice para distinguirse de aquella a la que se dice: ¿Cómo te has convertido en amarga, oh vida extranjera? Pues ¿cómo puede ser vid verdadera, aquella de la cual se esperaban uvas y produjo espinas?
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

℟. Sus Nazarenos han sido iluminados, aleluya; resplandecieron delante de Dios, aleluya:
* Y como la leche se cuajaron, aleluya, aleluya,
℣. Mas blancos que la nieve, más nítidos que la leche, más rojos que el marfil antiguo, más bellos que el zafiro.
℟. Y como la leche se cuajaron, aleluya, aleluya.
℣. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
℟. Y como la leche se cuajaron, aleluya, aleluya.
℣. Jube, domne, benedícere.
Benedictio. Ad societátem cívium supernórum perdúcat nos Rex Angelórum. Amen.

Lectio 9
Ego sum, inquit, vitis vera: et Pater meus agrícola est. Numquid unum sunt agrícola et vitis? Secúndum hoc ergo vitis Christus, secúndum quod ait: Pater major me est. Secúndum autem id, quod ait: Ego, et Pater unum sumus; et ipse agrícola est: nec talis, quales sunt, qui extrínsecus operándo éxhibent ministérium: sed talis, ut det étiam intrínsecus increméntum. Nam neque qui plantat est áliquid, neque qui rigat: sed, qui increméntum dat, Deus. Sed útique Deus est Christus, quia Deus erat Verbum: unde ipse, et Pater unum sunt. Et, si Verbum caro factum est, quod non erat, manet quod erat.
℣. Tu autem, Dómine, miserére nobis.
℟. Deo grátias.

Te Deum
Te Deum laudámus: * te Dóminum confitémur.
Te ætérnum Patrem * omnis terra venerátur.
Tibi omnes Ángeli, * tibi Cæli, et univérsæ Potestátes:
Tibi Chérubim et Séraphim * incessábili voce proclámant:
Fit reverentia Sanctus, Sanctus, Sanctus * Dóminus Deus Sábaoth.
Pleni sunt cæli et terra * majestátis glóriæ tuæ.
Te gloriósus * Apostolórum chorus,
Te Prophetárum * laudábilis númerus,
Te Mártyrum candidátus * laudat exércitus.
Te per orbem terrárum * sancta confitétur Ecclésia,
Patrem * imménsæ majestátis;
Venerándum tuum verum * et únicum Fílium;
Sanctum quoque * Paráclitum Spíritum.
Tu Rex glóriæ, * Christe.
Tu Patris * sempitérnus es Fílius.
Fit reverentia Tu, ad liberándum susceptúrus hóminem: * non horruísti Vírginis úterum.
Tu, devícto mortis acúleo, * aperuísti credéntibus regna cælórum.
Tu ad déxteram Dei sedes, * in glória Patris.
Judex créderis * esse ventúrus.
Sequens versus dicitur flexis genibus
Te ergo quǽsumus, tuis fámulis súbveni, * quos pretióso sánguine redemísti.
Ætérna fac cum Sanctis tuis * in glória numerári.
Salvum fac pópulum tuum, Dómine, * et bénedic hereditáti tuæ.
Et rege eos, * et extólle illos usque in ætérnum.
Per síngulos dies * benedícimus te.
Fit reverentia, secundum consuetudinem Et laudámus nomen tuum in sǽculum, * et in sǽculum sǽculi.
Dignáre, Dómine, die isto * sine peccáto nos custodíre.
Miserére nostri, Dómine, * miserére nostri.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, * quemádmodum sperávimus in te.
In te, Dómine, sperávi: * non confúndar in ætérnum.
℣. Dígnate, Señor, dar tu bendición.
Bendición. Que el Rey de los ángeles nos agregue a los ciudadanos del cielo. Amén.

Lectura 9
“Yo soy, dice, la vid verdadera, y mi Padre es el labrador”. ¿Acaso son una misma cosa el labrador y la vid? Según esto, Cristo es la vid, conforme a lo que dice: “Mi Padre es mayor que yo”. Mas según lo que dice: “Yo y el Padre somos una misma cosa”. Él es el labrador. Pero no un labrador como los que ejercen su oficio obrando tan sólo externamente, sino un labrador capaz de comunicar el incremento interno. “Pues ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el incremento”. Y a la verdad: “Cristo es Dios, ya que el Verbo era Dios”. Por lo cual Él y su Padre son uno mismo. Y si el “Verbo se hizo carne” no siéndolo ya, lo hizo permaneciendo lo que antes era.
℣. Tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.

Te Deum
A ti, oh Dios, alabamos: * a ti, oh Señor, te confesamos.
A ti, Padre Eterno, * reconoce y venera toda la tierra;
A ti todos los Ángeles, * a ti los cielos y todas las Potestades;
A ti los Querubines y Serafines, * claman sin cesar:
Reverencia Santo, Santo, Santo * el Señor Dios de los ejércitos.
Llenos están los cielos y la tierra * de la Majestad de tu gloria.
A ti el glorioso coro * de los Apóstoles,
A ti la venerable muchedumbre * de los Profetas,
A ti alaba el numeroso ejército * de los Mártires.
A ti la Iglesia santa * confiesa por toda la redondez de la tierra:
Por Padre * de inmensa majestad;
Y que debe ser adorado * tu verdadero y único Hijo;
Y también el Espíritu Santo * consolador.
Tú, oh Cristo, * eres Rey de la gloria.
Tú, el Hijo sempiterno * del Padre.
Reverencia Tú, para rescatarnos * te hiciste hombre, y no tuviste a menos encerrarte en el seno de una Virgen.
Tú, destruido el imperio de la muerte, * abriste a los fieles el reino de los cielos.
Tú estás sentado a la diestra de Dios, * en la gloria del Padre.
Y de allí creemos * que vendrás a juzgarnos.
El siguiente verso se dice de rodillas.
Por esto te suplicamos socorras a tus siervos, * a quienes con tu sangre preciosa redimiste.
Haz que en la eterna gloria * seamos del número de tus santos.
Salva, Señor, a tu pueblo, * y bendice a tu herencia.
Y gobiérnalos, * y ensálzalos para siempre.
Todos los días * te bendecimos.
Reverencia, como es costumbre Y alabamos tu nombre en los siglos, * y en los siglos de los siglos.
Dígnate, Señor, conservarnos * sin pecado en este día.
Ten, Señor, piedad de nosotros; * sí, ten de nosotros piedad.
Descienda, Señor, tu misericordia sobre nosotros, * pues pusimos en ti nuestra esperanza.
En ti, Señor, esperaré: * nunca seré confundido.
Reliqua omittuntur, nisi Laudes separandæ sint.
El resto se omite, salvo que Laúdes se haga aparte.
Oratio {ex Proprio Sanctorum}
℣. Dómine, exáudi oratiónem meam.
℟. Et clamor meus ad te véniat.
Orémus.
Deus, qui beátum Hermenegíldum Mártyrem tuum cælésti regno terrénum postpónere docuísti: da quǽsumus nobis; ejus exémplo cadúca despícere, atque ætérna sectári.
Per Dóminum nostrum Jesum Christum, Fílium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
℟. Amen.
Oración {del Propio de los Santos}
℣. Señor, escucha nuestra oración.
℟. Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos.
Oh Dios, que enseñaste al bienaventurado Mártir Hermenegildo a preferir el reino celestial al terreno: te suplicamos nos concedas que por su ejemplo despreciemos lo perecedero y procuremos lo eterno.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos.
℟. Amén.
Conclusio
℣. Dómine, exáudi oratiónem meam.
℟. Et clamor meus ad te véniat.
℣. Benedicámus Dómino.
℟. Deo grátias.
℣. Fidélium ánimæ per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
℟. Amen.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum: advéniat regnum tuum: fiat volúntas tua, sicut in cælo et in terra. Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie: et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris: et ne nos indúcas in tentatiónem: sed líbera nos a malo. Amen.
Conclusión
℣. Señor, escucha nuestra oración.
℟. Y llegue a ti nuestro clamor.
℣. Bendigamos al Señor.
℟. Demos gracias a Dios.
℣. Las almas de los fieles, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
℟. Amén.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy; perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén.

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